Historias de hospitales, parte...5 y media?
Casi me olvidaba de una historia que me contaron cuando estudiaba Enfermería. No es exactamente una historia de fantasmas, pero es tan bonita que no puedo dejar de ponerla aquí.
Hice mis prácticas de geriatría en una residencia de ancianos, y allí, la leyenda, digamos, oficial, era la del abuelo de los pájaros.
El anciano en cuestión tenía la costumbre de dar de comer a los pájaros, cuando podía caminar salía a los patios con un pedazo de pan. Y cuando sufrió una embolia que lo dejó prostrado en la cama, las enfermeras procuraron que la cabecera diera justo en la ventana, de manera que el hombre pudiera seguir con su afición. A cualquier hora del día, podías ver cuatro o cinco pajarillos en el alféizar de su ventana.
Una noche, la embolia se repitió. El anciano no tuvo tiempo o fuerzas para avisar a las enfermeras, o tal vez murió durmiendo, no lo sé muy bien. La cuestión es que, cuando el vigilante de la residencia pasaba por el jardín, oyó un intenso piar que parecía provenir de la habitación del hombre.
Conociendo las aficiones del abuelo, el vigilante fue a hablar con una enfermera, no fuera que con tanto ruido se despertaran los habitantes de otras habitaciones. Y cuando llegaron a la habitación, se encontraron al anciano muerto en su cama
En el alféizar, se encontraron los cuerpos sin vida de cuatro pájaros.
quizá fueron a despedirse de él... quizá quisieron acompañarlo... quizá...
Hice mis prácticas de geriatría en una residencia de ancianos, y allí, la leyenda, digamos, oficial, era la del abuelo de los pájaros.
El anciano en cuestión tenía la costumbre de dar de comer a los pájaros, cuando podía caminar salía a los patios con un pedazo de pan. Y cuando sufrió una embolia que lo dejó prostrado en la cama, las enfermeras procuraron que la cabecera diera justo en la ventana, de manera que el hombre pudiera seguir con su afición. A cualquier hora del día, podías ver cuatro o cinco pajarillos en el alféizar de su ventana.
Una noche, la embolia se repitió. El anciano no tuvo tiempo o fuerzas para avisar a las enfermeras, o tal vez murió durmiendo, no lo sé muy bien. La cuestión es que, cuando el vigilante de la residencia pasaba por el jardín, oyó un intenso piar que parecía provenir de la habitación del hombre.
Conociendo las aficiones del abuelo, el vigilante fue a hablar con una enfermera, no fuera que con tanto ruido se despertaran los habitantes de otras habitaciones. Y cuando llegaron a la habitación, se encontraron al anciano muerto en su cama
En el alféizar, se encontraron los cuerpos sin vida de cuatro pájaros.
quizá fueron a despedirse de él... quizá quisieron acompañarlo... quizá...
2 Comments:
Jo que bonito.. que.. no encuentro palabras.
:S
UY, me dio teriquitos, que bello!!
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